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Servidores de Dios y esclavos vuestros. La primera reflexión cristiana sobre el ministerio

Pablo, Silvano y Timoteo anunciaron el evangelio en Corinto y fundaron allí una pequeña comunidad. Sin embargo, poco después llegaron a la ciudad otros misioneros que les acusaban de haberse presentado sin cartas de recomendación que los avalaran, de no poder aducir experiencias religiosas extraordinarias y de carecer de la elocuencia y de la presencia que los acreditara como mediadores religiosos. Los corintios quedaron hechizados al ver en estos misioneros un estilo de vida que encajaba mejor en el mundo en que vivían. Cuando Pablo se enteró de lo que estaba sucediendo en la joven comunidad de Corinto, reaccionó enseguida enviándoles una carta por medio de Timoteo. Aquella misiva se encuentra ahora recogida dentro de la Segunda carta a los corintios y expone, con gran frescura y originalidad, los rasgos fundamentales del ministerio crist iano, entendido como un servicio a Dios y una entrega en profunda unión con Cristo."

Publicado en: Salamanca (Ediciones Sígueme)
Año de publicación: 2011

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